Lo Importante Nos Es Competir Sino Ganar

Desde que era un niño se me enseño que en una competencia lo importante no era ganar sino competir, y así crecí, no sabiendo que ese pensamiento fomentaba la mediocridad y la incompetencia en mí vida. Hoy en día veo como ese pensamiento me hizo tanto daño ignorando que cuando uno compite en una carrera, incluyendo la carrera de la vida, solo existe un primer puesto y que el resto son simplemente premios de consolación para los perdedores. Saber que solo hay dos clases de competidores, los que ganan y los que pierden, me llevo a esforzarme en todas las aéreas de mi vida por pertenecer al primer grupo. Descubrí que este mundo es para los ganadores, los vencedores, los que se esfuerzan y son muy valientes.

No quiero decir con esto que hay que conseguirlo a como dé lugar, saltando las barreras de lo ético, lo moral, lo profesional, etc. por el contrario cuando competimos y obtenemos el primer puesto utilizando la honestidad y la justicia podremos decir sin altivez ni presunción que somos verdaderos ganadores.

Te invito a que pienses que, por ejemplo, lo importante no es estudiar sino graduarse con la mejores notas, lo importante no es ser un profesional sino el mejor de los profesionales, lo importante no es casarse sino tener el mejor de los matrimonio, lo importante no es tener hijos sino criar los mejores hijos, lo importante no es ser hijo sino el mejor de los hijos, lo importante es ser el mejor de los amigos, el mejor de los trabajadores, el mejor esposo, el mejor de los ciudadanos, el mejor de los padres, etc.

El reto que hoy te propongo es que participes y ganes la más difícil de las carreras, la carrera contra ti mismo, la carrera contra tus defectos (tus bajas pasiones, tus inseguridades, tus iras, tus amarguras, tus celos, tus envidias, tus inmoralidades, tus odios, tus temores, tu falta de perdón, etc.)

Así le encontraremos sentido a la vida y que aunque no somos perfectos eso no es escusa para ser mejores cada día.